Pasamos por momentos nuevos. Por respirar aire tras enclaustramientos y sentirnos libres. Pasamos de la impotencia del tiempo vacío, de días sin momentos y horas sin reinventar para llegar a inhalar vida, revolotearla en los bronquios y moldearla en nuestras venas.
Con el sinsentido de estancarnos en días desiertos, únicamente podemos aferrarnos a leyes comunes. A códigos estándares que la mayoría retiene por no ser capaz de admitir el caos que nos rodea. Por no ser capaz de salir de él, revivir, reinventar. Y ese mismo es el sentido que ansiamos encontrar, volver a idearnos, reinventarnos, moldearnos. Tal y como decía Nietzsche, tratarnos como verdaderas obras de arte. Lienzos en blanco que debemos madurar.
sí, me gusta.
ResponderEliminarme gusta como lo estás dejando, sobre todo la fotografía de la derecha: ni santas, ni putas, solo mujeres.
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